Tal como ya se había anunciado, la inversión privada en Perú se deterioró en el 2023. El año pasado, este indicador se contrajo 7.2%, según información del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Este es el segundo año seguido en que se mantiene en terreno negativo (2022: -0.4%); y es el peor resultado en 14 años, sin tomar en cuenta el 2020, inicio de la pandemia del Covid-19.

En detalle, la inversión privada ya acumula seis trimestres continuos “en rojo”. Pero, desde el periodo abril – junio 2023, se ve una moderación. Entre octubre y diciembre del año pasado retrocedió 2.3%, caída que se presentó tanto en el sector minero como en el no minero residencial, compensado parcialmente por una mejora en la inversión no minera no residencial.

¿Por qué resulta importante seguir de cerca este indicador? El año pasado, el Perú se vio envuelto en una recesión, en parte, por una inversión privada que no levantó vuelo. De hecho, una de las tareas pendientes que reconocen diferentes analistas es que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ahora liderado por José Arista, debe dar mensajes de confianza para una recuperación.

Cabe recordar que recientemente, el Gabinete de Alberto Otárola tuvo dos cambios clave: salió Alex Contreras del MEF, dándole paso a José Arista; mientras que salió Óscar Vera del Ministerio de Energía y Minas (Minem), dándole espacio a Rómulo Mucho.

Los retos de ambos son grandes, sobre todo tomando en cuenta -como informó Gestión- que los gerentes generales parecen estar perdiendo cada vez más la confianza en el compromiso del Estado para promover la inversión. Así lo indicó la edición más reciente del Barómetro de CEO, estudio que Gestión elabora junto a Ipsos.

La mayoría de los CEO no le dieron una buena nota al MEF como promotor de la inversión, y tampoco al Minem como promotor de la inversión minera. Para este año, la expectativa es más halagüeña, pues el BCRP proyecta una expansión de 1.8 por ciento.

Fuente: El Economista
27/02/2024