El 1 de mayo de 2023 el gobierno dispuso que todas las estaciones de servicio a nivel nacional solo vendan dos tipos de combustible. Sin embargo, frente a esta medida, algunas personas tienen dudas respecto a la combinación del combustible premium y regular. La respuesta es que sí se puede hacer, aunque en algunos casos es perjudicial para el vehículo.

Toma en cuenta que con la nueva disposición solo hay gasolinas regular y premium (91 y 96 octanos) y gasohol (91 y 96 octanos).

¿Qué difrencias hay entre el gasohol y gasolina?

Gasohol: es una mezcla de gasolina con alcohol y por esa adición del alcohol carburante cuenta con un mayor octanaje. Es decir, el gasohol de 90 octanos, que se obtiene de la mezcla de alcohol carburante (7.8%) y gasolina de octanaje 90 (92.8%), puede tener un octanaje final de entre 92 y 94 octanos, explica el Ministerio de Energía y Minas. Por disposición legal, su venta es en la costa y sierra.

Gasolina: es una mezcla de muchos hidrocarburos. Solo en la zona selva del Perú se vende de manera pura.

Atención con las equivalencias de gasolina premium y regular

Según Petroperú, el gasohol regular agrupará los octanajes de 84 y 90, esta tendrá una equivalencia de 91 octanos. En el caso de la premium, agrupará los octanajes 95,97 y 98 y equivaldrá a 96 octanos. De igual forma, la misma relación funciona para la gasolina.

¿Combinar combustibles puede afectar el rendimiento de mi vehículo?

Para entenderlo mejor, utilizamos los dos casos más frecuentes a los que el usuario se puede enfrentar.

Caso A: Uso de gasohol premium en un vehículo que normalmente se abastecía con 84 o 90

Cuando utilizamos un combustible de mayor octanaje no hay problemas, pero tampoco amplios beneficios. Eso es porque el propulsor no es capaz de hacer uso del mayor poder antidetonación de ese combustible y extraer más potencia alcanzando temperaturas y presiones más altas. Conviene aclarar que el extra de potencia se debe precisamente esas temperaturas y presiones mayores, puesto que la gasolina de 95 y 98 tienen una capacidad energética similar.

Caso B: Uso de gasohol regular en un vehículo que normalmente se abastecía con 95, 97 o 98

Bajo este supuesto, los motores diseñados específicamente para funcionar con gasolina de 98 octanos sí que experimentaremos, en primer lugar, una pérdida de prestaciones y un mayor consumo, seguido posiblemente de un comportamiento más perezoso y tosco, así como unas mayores vibraciones. Esta merma es causada por el reajuste en los parámetros de funcionamiento que realiza la ECU al detectar el sensor de picado que se está usando un combustible de octanaje inferior.

Entre esos reajustes podemos encontrar un aumento de la cantidad de gasolina inyectada, para que al evaporarse reduzca el calor en el interior del cilindro, o un reajuste del punto de inyección y encendido. La única cuestión que quedaría en el aire, “buscando los tres pies al gato”, sería qué sucede si la mezcla tiene una proporción tal, que el sensor de picado no es capaz de detectar un octanaje inferior, pero sí se producen micro-autodetonaciones.

Para finalizar, se debe aclarar que mientras más cercano sea el octanaje al que indica en el manual del usuario, menos se afectará el rendimiento de tu vehículo.

Fuente: El Gas Noticias